15 de diciembre de 2011

Predecible.

Cogió el celula­­­r queriendo expresarle toda su molestia, su indignación, su rechazo. A ese hombre que una vez quiso mucho y que ahora, aunque intento ser su amiga, solo le daba sinsabores. Habían discutido días antes y ahora, tras verse, él había tenido una actitud… muy suya.

“Eres un idiota”, atinó a escribirle en un mensaje de texto. Tres palabras que englobaban todo lo que sentía y pensaba de él. Un idiota. Más palabras, mayores insultos, eran innecesarios.Ante todo una lady-pensó- no hay necesidad de más.

Ya él se romperá el cerebro buscando explicaciones, lamentándose como él sabe hacerlo. Ya él sabrá a lo que me refiero y verá si reflexiona sobre su conducta o sigue en lo mismo. Es su problema. Él es el idiota. Me llamará, lo sé- reflexionaba- y no le contestaré, pues sé que buscará una explicación (aunque la conoce) del porqué del mensaje. Al no contestarle me mandará un mensaje de voz, típico en él. Se desesperará. Se preguntará (aunque ya lo sabe) qué ha hecho y eso lo pondrá a repasar las acciones del día. Cuando caiga en cuenta de la magnitud de su error me escribirá algo, como suele hacerlo. Hoy o mañana. Así será.

Su celular empezó a sonar. No le contestó. Le llegó un mensaje de voz. No lo oyó. Estaba molesta. Al otro día, al revisar su mail, tenía un nuevo correo de él. Lo eliminó.

Es un idiota –pensó-. Un idiota predecible. Es más, seguro que ahora escribirá algo en su blog...

1 comentario:

Celeste dijo...

Nosotras los conocemos muy bien ;)

Te sigo Neo =)